‘El peor dolor del mundo’. Así es como definen quienes la padecen la llamada , una enfermedad rara cuyo día internacional se celebra cada 7 de octubre y que padecen una de cada 15.000 personas.

“Se denomina neuralgia a todo dolor que se produce en la zona por la que discurre un nervio y el trigémino es el mayor de los nervios craneales, llamado así porque presenta tres divisiones: la rama oftalmológica, la maxilar y la mandibular. Es, por lo tanto, el principal nervio sensitivo de la cara”, explica el Dr. Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología.  

El nervio trigémino

“La neuralgia del trigémino es una patología del nervio trigémino, que en condiciones clásicos se delega que conducir la información sensitiva (sensibilidad al tacto y el dolor) de la mitad de la cara. El nervio trigémino es el delegado de recoger la sensibilidad de la cara, y consta de 3 ramas diferenciadas, cada una delegada de la sensibilidad de frente, pómulo y mandíbula respectivamente”, incorpora por su lado el médico Javier Sendra Tello, especialista en Neurocirugía en la consulta privada Médico  

 Un dolor a modo de descargas

Clásicamente se explica el dolor de la neuralgia del trigémino como uno de los dolores más intensos que se puede experimentar”, incorpora el médico Sanmillán.   Dichos pacientes poseen problemas para ingerir y tomar con normalidad ya que estas ocupaciones les desencadena el dolor”, nos detalla el médico Sendra, que incorpora un caso concreto: “Recuerdo una paciente que sufría un dolor horroroso bilateral y que se comunicaba conmigo por medio de la pantalla del móvil.  

 Así se muestra

“La sintomatología más recurrente se basa en dolor bastante fuerte en un lado de la cara, irradiado por el territorio de la mandíbula y mejilla, a modo de corriente eléctrica repetitiva según refieren los afectados”, muestra el médico Sendra, que matiza que las crisis de dolor tienen la posibilidad de desencadenarse con componentes como por ejemplo sonreír, ingerir, cepillarse los dientes o pequeños roces en la cara y cursan generalmente a modo de brotes.  

 ¿Sabemos cuáles son los componentes que lo causan?

“En las neuralgias del trigémino típicas el elemento común que detectamos en ellas es una compresión microvascular de una cantidad del nervio trigémino. Esta compresión se crea en el recorrido del nervio, rápidamente luego de su salida del cerebro. La causa suele ser un bucle de una arteria cerebral que contacta con el nervio y origina las descargas de dolor”, explica el doctor Javier Sendra.  

 ¿Cómo se llega al diagnóstico de esta dolencia?

Tal y como nos aseguran los especialistas, el diagnóstico de la neuralgia trigeminal es básicamente clínico, el paciente explica las propiedades y el área de irradiación de su dolor. Al producirse unos indicios tan peculiares, el diagnóstico es clínico. únicamente con la especificación de los indicios por parte del paciente es viable diagnosticar la patología.

Los paciente con esta clase de neuralgia debería desarrollarse una resonancia magnética cerebral para evaluar el recorrido del nervio en el cerebro y descartar otro tipo de enfermedades o procesos que tienen la posibilidad de simular una neuralgia.

Muchas de las situaciones, es apreciable en el análisis de imagen el problema originado por la arteria cerebral sobre el nervio, lo que sugiere que podría ser candidato a hacer un procedimiento neuroquirúrgico. En funcionalidad de las propiedades de cada caso además tienen la posibilidad de pedir otras pruebas como un TAC craneal.    

 Una vez diagnosticada, ¿cuál es el tratamiento?

“El tratamiento inicial debe ser farmacológico, y valorar la respuesta del paciente al mismo. Sin embargo, muchos pacientes no responden a dicho tratamiento. “el tratamiento neuroquirúrgico es el único que trata de resolver el conflicto originado por la compresión de los vasos sobre el nervio”.

“El tratamiento mas efectivo es la cirugía. Aunque el dolor se puede aliviar o las crisis pueden disminuir con fármacos, estos fármacos, tomados a largo plazo, suelen tener efectos secundarios e intolerancias, y usualmente no controlan la enfermedad de forma permanente”, cuenta el doctor Sanmillán.  

 ¿Se puede vivir sin dolor?

Tras el procedimiento microquirúrgico llevado a cabo por un equipo con vivencia, el paciente frecuenta permanecer independiente de dolor y puede hacer una vida plenamente normal”, dice el médico Sanmillán, que concluye aseverando que es una patología bastante invalidante, y sin el procedimiento conveniente el paciente experimenta un deterioro bastante enorme de su calidad de vida. No obstante, con un procedimiento adecuado y conocido, el paciente puede hacer una vida habitual, volviendo a hacer cada una de las ocupaciones de su vida diaria.