El parto humanizado es un enfoque para el cuidado del parto que se enfoca en respetar y apoyar la naturaleza del proceso de parto, y en maximizar la participación activa y la autonomía de la mujer durante el mismo.
Se basa en la creencia de que el parto es un proceso fisiológico normal, y no una enfermedad que requiere intervención médica. El objetivo es proporcionar un ambiente seguro y relajado para la madre y el bebé, y permitir que la mujer tome decisiones informadas sobre su cuidado durante el parto.
Algunos pasos para un parto humanizado incluyen:
- Elección de un equipo de atención del parto que respete y apoye sus deseos y decisiones.
- Educación sobre el proceso de parto, opciones de trabajo de parto y cómo tomar decisiones informadas sobre su cuidado.
- Ambiente relajado y tranquilo durante el trabajo de parto, con la opción de música, luz tenue, y la presencia de personas de confianza.
- Libre movimiento y cambios de posición durante el trabajo de parto para ayudar a encontrar la posición más cómoda y eficaz para el parto.
- Apoyo continuo de una doula o una persona de confianza durante el embarazo y trabajo de parto.
- Evitando intervenciones innecesarias, como la inducción artificial del trabajo de parto, la episiotomía rutinaria, y el uso de instrumentos de entrega.
- Permitir el contacto piel con piel inmediato entre la madre y el recién nacido después del parto.
- Proporcionar un ambiente seguro y relajado para el recién nacido y la madre durante el proceso de lactancia.
Es importante señalar que cada mujer y cada embarazo es único, y un parto humanizado no siempre es posible. Sin embargo, estos pasos pueden ser una guía para ayudar a las mujeres a tomar decisiones informadas sobre su cuidado durante el parto.